Acuerdo de “paz” Ecuador/Colombia: Los gobiernos “progresistas” a los pies de Uribe y del imperialismo

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) acaba de aprobar con la “aclamación” de todos los gobiernos del continente, una resolución consensuada por los cancilleres de Colombia y Ecuador, que legitima al gobierno de Uribe y la presencia yanky en la región.

Más allá de la declaración a favor del "principio de que el territorio de un Estado es inviolable” el texto no incluye ni una sola palabra de condena para con el gobierno colombiano, que fue justamente el que violó ese “principio”.

El resultado de las reuniones fue una clara victoria para Uribe y los yankys, ya que también quedó establecida una nueva reunión de cancilleres para el 17 marzo en ¡Washington!, la capital del imperio que comanda las acciones militares y paramilitares del gobierno reaccionario de Uribe.

Por si algo le faltara a este cuadro de sumisión a los dictados imperialistas es la actitud del gobierno ecuatoriano, que a través de su canciller agregó su “total desacuerdo con las acciones violentas de las FARC y de otros grupos irregulares que actúan en Colombia…”, dándole así letra a Uribe para que continúe masacrando a los integrantes de las FARC y a cualquier ciudadano sospechado de “subversivo”.

La actitud del gobierno “bolivariano” de Venezuela fue también lamentable. Junto con Cristina, Lula, Evo y demás “progres” latinoamericanos avaló el acuerdo, aunque escondiéndose detrás de un demagógico “llamado a movilizar a las tropas a la frontera” y un sinnúmero de ataques verbales al imperialismo, a Bush y a Uribe.

La política de todos/as estos/as líderes “antiimperialistas” sigue siendo la que marcan los yankys, quienes con Bush a la cabeza y Hillary detrás se alinearon detrás de su marioneta, el presidente Uribe, definiendo de esa manera la agenda y las resoluciones de la OEA.

Los trabajadores y los pueblos latinoamericanos tienen que repudiar el acuerdo y seguir el camino opuesto al de sus gobiernos burgueses, movilizándose para aislar al carnicero Uribe y solidarizándose con el pueblo colombiano que lucha contra su política represiva y antipopular.

Las masas del continente deben pelear para expulsar a los yankys de la región, acabando con el Plan Colombia y la presencia de “asesores” militares en el ejército y las fuerzas paramilitares colombianas, como así también a favor del desmantelamiento de la base de Manta en Ecuador.

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