lunes, 23 de junio de 2008

Construyamos una gran movilización antiracista en toda Europa

El gobierno de derecha de Silvio Berlusconi impulsa una dura legislación antiimigratoria, a la vez que sus ministros realizan declaraciones que alientan una ola de xenofobia en el país.

Como marco, los gobiernos de la Unión Europea buscan endurecer las medidas comunes contra la "inmigración ilegal". Reproducimos la declaración del PdAC, sección italiana de la LIT-CI sobre esta situación.

El ministro Roberto Maroni no ha tenido que empeñarse mucho: gracias a los decretos predispuestos por su predecesor Amato, ha encontrado el terreno allanado para cumplir los compromisos electorales, bien resumidos de los carteles racistas con que la Liga Norte[1][1] ha tapizado el norte de Italia y que recuerdan la cavernícola propaganda antisemita del siglo pasado.

Los casi 400 presos de estos días, en gran parte extracomunitarios y "roms"[2][2], son el fruto, bastante previsto, de meses de campañas racistas llevadas adelante, o legitimadas, por los representantes institucionales de las dos coaliciones, de centroderecha y de centroizquierda.

El Partido de Alternativa Comunista relanza la propuesta, que hemos hecho ya en los meses pasados con ocasión de la presentación del decreto Amato, de construir una gran campaña antiracista -que involucre asociaciones, colectivos estudiantiles, movimientos, comités y organizaciones políticas y sindicales- para frenar la oleada xenófoba.

Racismo bipardista

Las líneas principales del nuevo "paquete de seguridad" presentado por Maroni al presidente de la República Napolitano recorren un camino ya trazado por el anterior gobierno. Se tratará, por la derecha, de agudizar lo que ya hay.

El mismo Maroni ha declarado: "retomamos el 90% del paquete Amato[3][3]" (Repubblica, 13 de mayo de 2008). Para entendernos, aquel votado por unanimidad en el Consejo de Ministros del gobierno Prodi, en diciembre de 2007, con el voto a favor del ex ministro de Refundación Comunista, Ferrero, que hoy, hipócritamente, grita escandalizado.

Las medidas que se anuncian, acompañadas por las cotidianas declaraciones repugnantes de los representantes del gobierno, revelan, también sobre el terreno de los derechos civiles, una sustancial sintonía de intentos entre PDL-Liga Norte y el Partido Demócrata[4][4], sancionada simbólicamente por el clima de recíproca colaboración entre Berlusconi y Veltroni.

Entre los más diligentes consejeros de Maroni están precisamente los alcaldes y los gobernadores de centroizquierda. Si hoy los periodicos proximos a la centroizquierda dan gran espacio a las medidas del gobierno, mientras registrábamos un ensordecedor silencio con ocasión de la presentación del paquete Amato, sólo un periódico británico, The Independent, ha subrayado que este clima xenófobo ha sido predispuesto por la centroizquierda "que ha propuesto para los rumanos expulsiones sin procesos".

Vemos en detalle, las modificaciones propuestas por Maroni, que serán definidas sólo en las próximas semanas.

1) Extensión de la ley Bossi-Fini. La propuesta Maroni prevé alargar los tiempos de permanencia en los Cpt[5][5], ampliando el límite máximo de los actuales 60 días a 18 meses. Es grave la responsabilidad del gobierno Prodi, que no abolió la ley Bossi-Fini ni cerró los Cpt, ¡a pesar de la presencia de un ministro de Refundación Comunista en Solidaridad Social!

Hoy, la Liga Norte tiene el juego fácil para extender las funciones de estos verdaderos campos de concentración para inmigrantes ilegales, tanto que se propone utilizar ex cuarteles para internar a los clandestinos.

Pero una cosa debe ser precisada: Maroni, por más que esté feliz con su reputación de "cazador de clandestinos", cosa que le garantiza un seguro éxito en su electorado, no hace más que adelantar leyes comunitarias europeas bipartidistas fruto de un acuerdo entre Sarkozy y Zapatero.

Los estados miembros de la UE están preparando una norma, por ahora trabada porque fue juzgada... ¡demasiado blanda!, que permitirá encerrar a los extracomunitarios hasta 18 meses, incluso los menores no acompañados.

2) Además, se introduce la "detención administrativa", propuesta planteada inicialmente por Frattini[6][6] pero que ha sido acogida con entusiasmo por Sarkozy y Zapatero. Es por esta razón que, también en Italia, se habla de transformar los Cpt en "centros de detención temporal".

Sobre estas medidas, por lo tanto, existe una total convergencia a nivel europeo entre partidos de centroderecha y de centroizquierda: el propio modelo Zapatero, mucho celebrado por los reformistas de Italia, muestra también en este caso su verdadera cara.

Los alcaldes son nombrados "comisarios especiales por la emergencia rumana". Los criterios de nombramiento de los prefectos de las principales ciudades (Milán, Roma, Nápoles) como super-shérifs "por la emergencia rumana" es un acto grave, que sanciona por ley la persecución de un pueblo, definido peligroso por sus presuntas características intrínsecas (o culturales, que es el mismo).

Justamente, se está hablando de vuelta un lenguaje que recuerda aquel de las leyes raciales de 1938[7][7]. Pero sería equivocado reducir el problema a una cuestión de lenguaje. Fijándose en la sustancia, es patente que también el Decreto de Seguridad sancionado por el gobierno Prodi fue "en función antirumana".

No por casualidad, fue dispuesto al día siguiente del homicidio Reggiani por parte de un inmigrante rumano, después de que fue montada una vergonzosa campaña mediática para legitimar la persecución a los roms.

En los mismos días, en un casi invisible recuadro del Corriere della Sera, fueron publicados los datos de una investigación del Istat que demostró que 9 de cada 10 violadores son italianos, sin contar las violencias dentro de la familia[8][8].

Pero, a pesar de esto, el grave delito de violación fue tomado como pretexto por el ex ministro Amato, que suponemos ya conocía los datos del Istat, para disponer un paquete de medidas con el objetivo explícito de abrir la persecución al ciudadano comunitario desagradable.

Ha sido Amato quien introdujo, con el consentimiento unánime de los partidos de su coalición (salvo alguna "diferenciación instrumental" a las vísperas de las elecciones), poderes especiales para los prefectos: gracias a él, sobre señal de los alcaldes, hoy ya pueden alejar a un ciudadano "cuando haya tenido comportamientos que constituyen una amenaza concreta, efectiva y grave a la dignidad y a los derechos fundamentales de la persona o bien a la incolumidad pública, haciendo urgente el alejamiento porque su ulterior permanencia en el territorio es incompatible con la civil y segura convivencia".

El alejamiento es, en cambio, de competencia del ministro del Interior "por motivos de seguridad del Estado". En ambos casos, la prohibición de reingreso dura 5 años y, en caso de violación, el transgresor es encarcelado hasta 3 años.

Como se ve, independientemente del hecho que no fuera utilizado el término "rom", se trata de una medida pensada ad hoc para roms y rumanos. Por lo demás, hacer distinción de tratamiento entre ciudadanos italianos y "ciudadanos comunitarios" ya de por sí es racismo.

Además, no hace falta ser expertos en derecho para intuir que una norma mucho genérica deja un amplio margen de poder discrecional: la expulsión no ocurre en consecuencia de un crimen, sino sobre la base de una "bien fundada" sospecha.

No hace falta asombrarse, por lo tanto, si hoy Penati, presidente de la gobernación de Milán por el PD, aplaude las declaraciones de Maroni[9][9]. O que uno de los récords de expulsiones (280 expulsiones en tres meses) corresponde a la prefectura de Roma, cuando Veltroni fue alcalde.

3. Más poderes a los alcaldes. Maroni también promete mayores poderes a los alcaldes en las cuestiones de seguridad. En esto, tiene a un consejero especial, Domenici (PD), alcalde de Florencia que también es presidente de la asociación nacional de las municipalidades de Italia.

Domenici ha sido claro: pide modificar el artículo 54 de la ley de las municipalidades para atribuirles a los alcaldes más poderes en materia de "decoro urbano y seguridad". Así, podrá perseguir a los "peligrosos" limpiacoches.

También, en este caso, se trata de la extensión de un principio ya sancionado por el ministro Amato: el alcalde se vuelve cada vez más un shérif. Si pensamos en las trastadas xenófobas en que los alcaldes de las dos coaliciones en los últimos años se han deleitado, hay que estar preocupados.

Si Tosi, alcalde nazi de Verona por la Liga Norte, ha lanzado una campaña antiextranjeros que fue legitimando los grupos de extrema derecha (hasta la trágica matanza de Nicola, un muchacho de Verona), Chiamparino y Domenici, acreditados exponentes del PD, han declarado la guerra contra los limpiacoches; si la Liga Norte en Treviso define a los inmigrados como "un tumor", Cofferati, el alcalde del PD en Bolonia, prohibe la construcción de una mezquita, caza a los rom, desahucia a los inmigrantes y pronuncia decretos sobre el tema de "seguridad" en acuerdo con Alianza Nacional, el partido de los herederos del fascismo, que aprovecha para organizar rondas en toda la ciudad.

4. Fijar un umbral mínimo de renta. Maroni reivindica la decisión de fijar un "umbral mínimo de renta" a demostrar en el acto de pedir la ciudadanía y de indicar, entre los requisitos necesarios para conseguirla, "la habitabilidad de la residencia": ningun rom podrá conseguirla, como es evidente. Para el extranjero, se convierte en un crimen el hecho de ser pobre.

Pero, también en este caso, no hay nada nuevo bajo el sol. En la segunda versión del Decreto Amato (para entendernos, aquel votado por todos los de ministros en diciembre, también por el Prc) fue previsto el alejamiento de los ciudadanos desprovistos de los medios de subsistencia, además de la "repatriación con finalidad preventiva" si "fueran sospechosos de terrorismo".

Si hoy nos encontramos asistiendo a maniobras dignas de un estado policial, donde no existe más tampoco la sombra de garantías para los extranjeros, tenemos que agradecer primero al gobierno Prodi. Hoy, la derecha reaccionaria y xenófoba completa la obra.

5. Suspensión de Schengen[10][10] y creación del "crimen de inmigración clandestina". Para aumentar la dosis y alegrar el "pueblo padano"[11][11], Maroni también ha anunciado medidas excepcionales como la posible suspensión del tratado de Schengen.

En la misma longitud de onda, el ministro La Russa[12][12] desea el nacimiento de las "rondas de Estado", compuestas por policías, militares y guardias civiles. Satisfechos, los alcaldes de casi todas las ciudades administradas por la centroizquierda, de Salerno a Cremona.

No contento, Maroni también querría que fuera introducido el "crimen de clandestinidad". En este punto, poco cambia. De hecho ser clandestino, se podría decir inmigrante, ya es crimen desde hace tiempo.

Nuevos pogromos, la afirmación de la Liga Norte y la presunta emergencia de "seguridad"Mientras en los barrios de las grandes ciudades asistimos, como en Ponticelli (Nápoles), a pogromos contra la población rom, fomentados por los partidos locales, incluido el PD, que han tapizado la zona con manifiestos titulado "Fuera los campamentos rom de Ponticelli", continúa la letanía, caballo de batalla en la campaña electoral de las dos formaciones, de la supuesta "emergencia de seguridad".

El Istat ha presentado recientemente algunos datos que demuestran que Italia es una de los países "más seguros de Europa" y, en particular, ha disminuido el número de homicidios. La verdadera "inseguridad" ocurre en los lugares de trabajo, en la dificultad de gran parte de las familias de llegar a finales del mes, en la precariedad de la vida de todos los días: una realidad que ve a inmigrantes e italianos en la misma barca.

El presente recrudecimiento de la intolerancia racial y xenófoba no cae del cielo. En una fase histórica caracterizada por la crisis económica y la reanudación a gran escala del colonialismo imperialista, los fenómenos migratorios no pueden más que acentuarse.

De manera parecida, en los países de capitalismo avanzado, como Italia, el desmantelamiento de las garantías y los derechos de los trabajadores, la precariedad de las condiciones laborales, el ataque a las condiciones laborales y la pérdida del poder adquisitivo de los salarios acentúan, también dentro de la clase obrera, las actitudes de exclusión social del inmigrante.

Es un fenómeno que la historia del siglo XX conoce bien y que ha tenido resultados trágicos. El empobrecimiento de franjas crecientes de la población induce a descargar el malestar sobre el así llamado "chivo expiatorio". Ayer el judío, hoy el inmigrante rumano o africano.

La afirmación electoral de una fuerza reaccionaria y xenófoba como la Liga Norte, también entre la clase obrera, es uno de los frutos del gobierno Prodi, que ha realizado violentos ataques contra las condiciones de los trabajadores para provecho de pocos (la Fiat ha declarado "los más altas utilidades de la historia").

No sólo eso: el sostén de las burocracias sindicales de Cgil, Cisl y Uil a todas las maniobras de la patronal han privado también a la clase obrera de un punto de referencia en los lugares de trabajo. Si a ésto asociamos las campañas sobre la "seguridad" y la criminalización del inmigrante, no hay que asombrarse del voto obrero a partidos reaccionarios como la Liga Norte.

Indudablemente, la patronal tiene interés en fomentar la guerra entre pobres: no es casual que los campamentos donde los rom son dejados en condiciones inhumanas (para luego culparlos de ello) sólo sean tolerados en los alrededores de los barrios populares.

¿Qué hay de mejor para el explotador que ver a las explotados agobiarse entre ellos? ¿Qué mejor modo para seguir acrecentando sus ganancias mientras la mayoría de la población no llega al final del mes?

Hace falta invertir el rumbo y encaminar una gran campaña antiracista, para decir que inmigrantes y nativos pertenecen a la misma clase: la de los explotados; para indicar el auténtico enemigo común: la patronal; para luchar unidos por el único sistema económico y social que pueda garantizar a todos, nativos y inmigrantes, condiciones de vida decorosas: el socialismo.

[13][1] Liga Norte: coalición de partidos regionalistas de derecha del norte de Italia[14][2] En Italia, el término "rom", diminutivo de romeno (rumano) es utilizado para desginar a los inmigrantes provenientes de los países de europa del Este.
[15][3] Giuliano Amato, ministro del anterior gobierno de centroizquierda.[16][4] El partido de Walter Veltroni, candiato que fue derrotado por Silvio Brelusconi en las últimas elecciones.
[17][5] Centros de Permanencia Temporal (especie de centros de detención).[18][6] Franco Frattini, actual canciller italiano.
[19][7] Referencia a leyes del régimen fascista de Mussolini.[20][8] "'Entre todas las violencias por obra de extraños y desconocidos, los inmigrantes son, como máximo repsonsables del 10 por ciento', afirmó la directora general del Istat, el Institudo Nacional de Estadística" (Corriere della Sera, 11 de diciembre de 2007).
[21][9] Ministro del Interior que realizo declaraciones xenófobas.[22][10] El tratado de Schengen acordaba la libre circulación entre 22 países europeos con la sola presentación de los documentos de identidad nacional en las fronteras, sin necesidad de pasaporte. Inicialmente, fue firmado entre cinco países en 1985 y luego ampliado.
[23][11] Referencia a Padania, como la Liga Norte denomina al norte de Italia.[24][12] Ignazio La Russa, ministro de Defensa.

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