Bolivia: Evo, blando con la oligarquía, duro con los obreros

En los días previos al referéndum revocatorio que se realizó el pasado 10 de agosto, la clase obrera, con los mineros de la COB al frente, acompañados por docentes, trabajadores estatales y municipales, desafiaron abiertamente al gobierno conciliador de Evo Morales demostrando su independencia de clase.

Dos mineros fueron asesinados por las fuerzas de seguridad del gobierno en Oruro, cuando más de 4000 mineros marcharon en defensa de su proyecto de Ley de Pensiones.

Los trabajadores no se enredaron en las discusiones que enfrentan al gobierno y a los partidos burgueses de las provincias que exigen mayor autonomía, porque saben que, desde 2005, cuando triunfó el gobierno del MAS, las aspiraciones de la clase obrera y los pueblos originarios siguen sin ser respondidas, mientras que Evo Morales le hace cada vez más concesiones a la burguesía.

En los días previos al referéndum, el gobierno estaba jaqueado por las huelgas obreras, por un lado, y por las manifestaciones de la burguesía opositora por el otro.

Más allá de los discursos inflamados y sus arengas antiimperialistas, el gobierno de Evo demuestra que es duro con la clase obrera, pasivo y conciliador con los terratenientes y la derecha.

El “indio presidente” trata con guante blanco a las bandas fascistas y a la oligarquía que viola la ley, conspira y divide el país en defensa de sus millonarias ganancias, pero mete bala y plomo a los sindicatos que luchan por más salario y una jubilación digna. La COB sigue de pie y lucha.” Federación de Mineros – Central Obrera

El referéndum, una trampa al servicio de la conciliación con la derecha.

En medio de las discusiones de la asamblea constituyente, los partidos burgueses empezaron a impulsar sus propios estatutos autonómicos en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Su objetivo era obtener el control de los ricos recursos de hidrocarburos de esas provincias, arrancando su control del Estado Nacional.

La respuesta de Evo ante el desafío de la oposición burguesa fue una maniobra electoral: tomó la consigna que ellos mismos habían utilizado contra él, y convocó al referéndum revocatorio para que los bolivianos decidan si se mantienen en sus cargos el Presidente y los ocho prefectos.

Hoy los diarios de todo el país reflejan que a pesar del triunfo de Evo, la oposición no fue derrotada y por el contrario está cada vez más radicalizada.

A la burguesía cruceña, a los terratenientes y las multinacionales, no se los combate con votos, sino con medidas radicales apoyadas por la movilización obrera y popular.

Por eso repudiamos el intento del gobierno de Evo de relacionar la lucha de los trabajadores bolivianos con la reacción derechista, encabezada por los intendentes de la “media luna” separatista.

Hay que seguir el ejemplo de la COB, que no cayó en la trampa y que continuó su lucha directa por sus reivindicaciones y contra la política del gobierno.

Desde una posición de total independencia, hay que exigir al MAS que rompa con los partidos de la burguesía, que saque a los ministros burgueses del gobierno, y que aplique la agenda de octubre, programa que motorizó las movilizaciones que derribaron a los gobiernos de Sánchez de Losada y Mesa.

Sin embargo, el MAS ya ha dado claras muestras de no querer seguir por ese camino. Por eso, los trabajadores en Bolivia tienen que seguir luchando por crear un nuevo régimen político donde gobiernen los trabajadores y las organizaciones populares y campesinas.

Los estudiantes no podemos permanecer ajenos a lo que está sucediendo. Desde los centros de estudiantes y las federaciones junto a todas las organizaciones democráticas, sindicales, políticas y sociales de la Argentina debemos repudiar la represión y organizar todo tipo de acciones solidarias con los compañeros mineros de Bolivia.

Juventud Socialista de Combate (CS)
Juventud de Izquierda de los Trabajadores

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