Rompamos el aislamiento / La izquierda debe apoyar a los trabajadores y el pueblo libio en lucha

El miliciano argentino que combate en Libia -Emmannuel Piaggesi- declaró que él y sus compañeros de armas no están a favor del imperialismo, sino que pelean contra Kadafi, pero también contra la OTAN.

De esta manera el pibe mendocino salió a desmentir a Fidel Castro y Hugo Chávez, quienes junto a otros sectores “progres” y de izquierda han apoyado a la dictadura, excusándose en el supuesto carácter proimperialista de los milicianos.

Según Emmanuel “los buitres del cielo no buscan otra cosa que petróleo… si los hubiéramos dejado bajar, esos perros hubieran derrocado en pocos meses al régimen. Pero los libios prefirieron sacrificarse ellos mismos antes que permitir una situación como en Irak o Afganistán. Acá no pondrá un pie ningún soldado de ellos”. (Perfil 28 de agosto)

Esta contundente definición reafirma que la propuesta realizada por nuestro partido de organizar brigadas para viajar y apoyar al pueblo libio no era descabellada. La negativa de organizar una campaña de estas características por parte de los grupos que dicen apoyar a la revolución (como la Lit/CI o la UIT) dejó la iniciativa en manos de la OTAN.

Los imperialistas bombardean Libia con el objetivo de fortalecer a sus agentes dentro del provisional (CNT), quienes están jugándose a desarmar a las milicias, de manera de liquidar la revolución y poner al país a los pies de los monopolios petroleros, los mismos que hasta hace poco saqueaban las riquezas de la mano de Kadaffi.

Esta política ya ha provocado reacciones importantes. Una de ellas sucedió el 29 de agosto en la combativa ciudad de Misarrata, que se insurreccionó repudiando la decisión del consejo gobernante de designar como jefe de seguridad de Trípoli al general Albarrani Shkal, quien hasta hace pocos pertenecía a la 32 brigada, comandada por uno de los hijos del dictador.

La situación fue tal que los principales dirigetnes de Misarrata le informaron a su pares del CNT que “si el nombramiento se confirma, las unidades rebeldes de Missarrata desplegadas en tareas de seguridad en Trípoli se negarán a seguir las órdenes del gobierno provisional…”

La respuesta del pueblo de Misarrata es uno de los muchos elementos que nos indican que Emmanuel tenía razón cuando, después de la caída de Trípoli, afirmó que “ganamos la insurrección, pero la revolución recién empieza”. Los revolucionarios aún contamos con tiempo para influenciar positivamente los acontecimientos.

Por esto desde Convergencia Socialista reiteramos el llamado a las organizaciones que se posicionan a favor de la Revolución Libia a reunirnos para organizar todas las acciones de apoyo que ameriten las circunstancias, incluida la posibilidad de viajar a Libia para tomar contacto con Emmanuel Piaggessi y sus compañeros.

Hay que hacer todo lo posible para mostrarle a las masas libias que el único camino para concretar sus justas aspiraciones democráticas no es ni con la OTAN ni con el CNT, sino imponiendo un gobierno de los milicianos y las organizaciones obreras y populares.

Hay que luchar por un gobierno que expropie a las petroleras y demás empresas multinacionales y las ponga a funcionar bajo el control de sus trabajadores, los únicos interesados en repartir equitativamente las jugosas ganancias que generan.


Emmanuel Piaggessi
El miliciano que saludó a Convergencia Socialista

En un reportaje concedido al diario Perfil Emmanuel Piaggessi dijo que en un momento se había alejado del frente de batalla dudando de la revolución, pero que “después de pensar, escuchar y discutir, decidí volver a la lucha…” y que dice sentirse orgulloso de “haber colaborado para quitarle las armas al Estado y devolverlas al pueblo, a quien pertenecen, armas que le devolvieron no sólo la libertad sino también el poder”.

En otro reportaje para el diario Clarín envió “saludos a sus alumnos de la escuela técnica y a Convergencia Socialista, un grupo al que dice no pertenecer pero que le cae bien que haya enviado su adhesión a la causa de estos revolucionarios…” Un saludo que nos llena de orgullo y nos motiva a continuar las tareas de solidaridad con los milicianos y con el compañero.

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