miércoles, 25 de enero de 2012

Para recuperar Malvinas hay que hacer lo contrario de lo que hace el gobierno

Estos últimos días se han reiterado las declaraciones de los principales funcionarios del gobierno reclamando la restitución de las Islas Malvinas y contestando las hiper reaccionarias y colonialistas del primer ministro pirata David Cameron.

Esta exigencia tiene el objetivo de convencer a los imperialistas de que se “sienten a negociar”, un reclamo que los ingleses se han encargado de desalentar, amparándose en la “autodeterminación” de los habitantes del archipiélago, los “kelpers”.

Los argumentos piratas, que toda su vida han pisoteado los derechos de los pueblos que colonizaron, son falaces, ya que quienes habitan Malvinas son empleados de las empresas británicas y descendientes directos de los invasores. ¡Por lo tanto intrusos!

Las islas fueron ocupadas el 3 de enero de 1883 por la flota de Su Majestad, que expulsó a los pobladores argentinos, reemplazándolos por colonos. La misma metodología mediante la cual el imperialismo creó otros enclaves -ubicados en lugares estratégicos- como el peñón de Gibraltar en el Mediterráneo o el estado fascista de Israel, construido después de la expulsión del pueblo palestino.

Desde nuestra organización apoyamos cualquier reclamo a favor de la restitución de las islas. Tal es así que nuestro antecesor, el Partido Socialista de los Trabajadores, se ubicó del lado de los soldados argentinos que recuperaron Puerto Argentino durante la guerra de 1982; posición que no significó un apoyo político a la dictadura, que atacó las islas con la intención de perpetuarse en el poder.

Por esa razón, junto con el apoyo a la lucha armada contra los piratas, el PST exigía la legalización de las organizaciones gremiales y políticas, la expropiación de las empresas y tierras inglesas y la aplicación de grandes impuestos a las compañías imperialistas.

Esa era la única manera de ganar la guerra, ya que desde el punto de vista militar nuestro país estaba en inferioridad de condiciones respecto al poderío británico, que contaba con el apoyo logístico de los Estados Unidos.

Desde Convergencia Socialista seguimos levantando las mismas banderas: Estamos convencidos que ¡No habrá ninguna manera de recuperar Malvinas sin afectar lo que más les duele a los ingleses, sus intereses económicos!

Para poner en marcha una ofensiva sobre los imperialistas habría que declarar de utilidad pública a todas sus empresas, incluidas aquellas que se escudan detrás de otras banderas. Se tendría que nacionalizar, sin pago y bajo el control de los trabajadores, a las grandes petroleras como Shell y a la propia YPF, ya que la mayoría de las acciones de REPSOL provienen de inversores ingleses.

Se deberían expropiar las tierras de los terratenientes británicos, quienes mantienen ocupada buena parte de la Patagonia y otras regiones. Para sostener y defender estas medidas habría que convocar a la clase obrera y el pueblo argentino y latinoamericano a movilizarse, en primer lugar a los trabajadores de las compañías inglesas.

Sin embargo Cristina y los suyos no están haciendo algo parecido. Sus discursos demagógicos tienen el objetivo de cambiar el eje de la atención de la opinión pública nacional, para hacer pasar los tarifazos y todas las medidas de ajuste ordenadas por los verdaderos dueños del poder, los monopolios.

Esta política siniestra va de la mano de la profundización de la entrega de los recursos naturales a estos grandes capitalistas (como la implementación de la minería a cielo abierto que el pueblo de Famatina está repudiando) y la implementación de la ley antiterrorista, de manera de aplastar todo tipo de resistencia u opinión disonante.

Por todo esto: ¡Basta de utilizar la sangre derramada de los chicos que cayeron peleando por una causa justa! ¡La única manera de pelear en serio por la restitución de las islas es pegándole duro a los intereses imperialistas y acabando con el plan de Ajuste, Explotación y Saqueo que aplica Cristina!

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