El miércoles 16 de Mayo Daniel Gazit, embajador
del Estado nazi fascista de Israel, tenía planificado disertar en la Universidad
del Comahue, sobre el “punto de vista” israelí ante al conflicto palestino.
Sin
embargo un grupo de organizaciones y personalidades que nos solidarizamos con
la lucha del heroico pueblo palestino, se lo impedimos.
Bajo el lema de “A dónde vayan los iremos a
buscar” nos pusimos de acuerdo en impulsar una multisectorial para preparar una
movilización de repudio a la visita de este diplomático.
En función de esto
salimos a recorrer los cursos, convocando a los estudiantes a manifestarse. En
ese contexto llovieron cartas de repudio de la comunidad árabe al rectorado.
Un día antes de la visita del representante
del sionismo, sin argumentos de por medio levantaron la conferencia. Sin
embargo no nos conformamos con el anuncio, ya que llegaron comentarios de que
Gazit se hospedaba en el Hotel del Comahue.
Por eso una delegación de activistas
nos hicimos presentes en el lugar con pancartas y un megáfono para agitar
contra el emisario del enclave imperialista.
Junto a las organizaciones que habíamos
convocado al escrache: la Fearab (Federación de Entidades Árabes) de Neuquén,
la FTV (Federación de Tierra y Vivienda) de Luís D´elia, Democracia Obrera y el
Grupo de Amistad Argentino Palestino realizamos un acto en el horario en el que
se debía presentar el embajador.
Desde la Juventud Socialista
de Combate de Convergencia Socialista dijimos que una conferencia de estas
características significaba una verdadera provocación, que además se planteaba
en el marco de la conmemoración de “al Nakba”, que en idioma árabe significa
“catástrofe”.
Esta sucedió en el año 1948 cuando después de
la proclamación del Estado de Israel el pueblo palestino se vio obligado a
abandonar más de 531 localidades, que fueron desalojadas para hacer realidad el
primer gran mito fundacional del Estado de Israel: que Palestina era una tierra
sin pueblo para un pueblo sin tierra.
La presencia de Gazit, que impedimos mediante
la movilización, pretendía legitimar dentro de nuestra casa de estudios, esa
enorme injusticia. Para eso los sionistas contaron con el aval de la rectora y del
gobernador de la provincia, Jorge Sapag, dispuestos a recibir al embajador del
Estado de Israel.
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