sábado, 17 de agosto de 2013

Fuera el gobierno militar egipcio, basta de masacrar al pueblo

Los pueblos de Túnez, Egipto y Libia vienen de protagonizar heroicos combates, derrotando dictaduras sangrientas.

Sin embargo todavía no han podido resolver sus penurias más importantes, ya que los nuevos gobiernos continúan con los mismos planes que los anteriores, ordenados por el imperialismo europeo y estadounidense. Por esa razón, las masas no detuvieron sus luchas.

Fue así, que protagonizando las movilizaciones más grandes de la historia de la humanidad, acabaron con el gobierno de la Hermandad Musulmana.  El que lo sucedió, dirigido por el comandante del Ejército, no tiene nada de progresista, pero -a pesar de la represión sangrienta que está  llevando a cabo contra los partidarios del ex presidente- es débil; por lo tanto incapaz de acabar con el ascenso revolucionario en curso.

¡Llamamos a los trabajadores y al pueblo egipcio a enfrentar la represión y a seguir combatiendo contra el nuevo gobierno, de manera de imponer una Asamblea Constituyente, libre y soberana o algún mecanismo democrático en el cual las mayorías discutan y voten, no solo quien debe gobernarlas, sino también qué tipo de país es necesario construir.

En una instancia de esas características los socialistas revolucionarios propondremos la única salida capaz de acabar con la miseria capitalista: un gobierno obrero y popular, que apoyándose en los organismos democráticos y de lucha de las masas, inicie el camino hacia el Socialismo, poniendo las riquezas en manos y bajo el control del pueblo trabajador.

Un proceso revolucionario único

Luego del asesinato del líder de la oposición Mohamed Brahmi, las movilizaciones contra el gobierno tunecino de Moncef Marzouki pegaron un salto provocando una Huelga General.

Algo parecido sucedió en Egipto, donde los trabajadores y el pueblo -en poco tiempo- sacaron la conclusión de que su voto no había cambiado nada, ya que el presidente musulmán Morsi siguió las políticas de Mubarak, pretendiendo imponer medidas de carácter fundamentalista. 

En la misma sintonía las masas libias, gran parte de las cuales se mantienen armadas, están enfrentando al gobierno proimperialista del CNT, que intenta, infructuosamente, desarmar a las milicias y reemplazarlas por un ejército leal a los planes de los grandes monopolios imperialistas.

Esta situación revolucionaria, que replica la que sucede en varios países europeos, acaba de dar un paso hacia magnífico, ingresando a uno de las regiones estratégicas del Medio Oriente -Turquía- donde cientos de miles de jóvenes salieron a las calles a pelear contra el gobierno de Erdogan.

Este país, que desde tiempos inmemoriales es el “puente” entre Europa y Asia, recibió el golpe directo de la lucha de sus vecinos sirios, que arma en mano, combaten contra el genocida Al Assad, protegido por los gobiernos de Rusia, China, Venezuela, Cuba y Argentina, pero también por Obama y el imperialismo Europeo, que aunque lo rechazan formalmente, le dejan hacer “el trabajo sucio”, asesinando a miles de luchadores.

Detener el genocidio del carnicero Al Assad

El ejército de Al Assad sostiene una carnicería solo comparable con las perpetradas por los dictadores más sanguinarios del África o las tropas de Milosevic en los Balcanes. ¡Un verdadero holocausto que la mayoría de la izquierda, subordinada a la política del castro/chavismo, se niega a denunciar!

Esta posición, que incluye a varias organizaciones trotskistas, le ha dejado las puertas abiertas a los contrarrevolucionarios, que desde el imperialismo hasta las sectas más retrógradas del Islam, organizan sus propias milicias con el propósito de desviar el ascenso revolucionario e imponer, apenas caiga Al Assad, otro gobierno capitalista.  

La izquierda consecuente debe apoyar la lucha de los pueblos del Norte del África, Turquía y Siria, organizando actos solidarios e incluso el apoyo efectivo, mediante el envío de medicamentos, alimentos, armas y milicias de izquierda. Esta será la mejor manera de disputarle la dirección de las masas a las organizaciones y personalidades que trabajan para derrotar  el proceso revolucionario abierto cuando explotó la denominada “Primavera Árabe”.

No hay comentarios: