El régimen fascista de Erdogan está bombardeando la región kurda de Rojava, norte de Siria, con misiles. |
En la capital de Turquía, Ankara, volvió a explotar una
bomba que mató a más de veinte integrantes de las fuerzas de seguridad de ese
país. Inmediatamente después del hecho, el primer ministro Davoutoglu
y el presidente Erdogan ganaron los medios para responsabilizar a las milicias kurdas que combaten contra Estado Islámico en el
norte de Siria o Rojava.
Los representantes del estado fascista turco pretenden
utilizar este último bombazo para profundizar los ataques contra el pueblo
kurdo de Siria, con el propósito más que evidente de defender a ISIS, cuyos combatientes han sido organizados
y financiados por Turquía con el objetivo de defender la política de su
gobierno, que pretende la “reconstrucción del Imperio Otomano”.
Los jerarcas turcos están preparándose para dar otro paso de calidad,
invadiendo -con el apoyo de los países del Golfo Arábico, Israel y un sector
del imperialismo yanqui y alemán- la región de Rojava con la finalidad de
aplastar a las únicas milicias capaces de derrotar a las bandas del Estado
Islámico y de unificar la resistencia popular contra la dictadura de Al Assad.
Las organizaciones y personalidades que se reivindican
democráticas, antiimperialistas, populares y de izquierda debemos reunirnos
inmediatamente para organizar movilizaciones internacionales de repudio al
carnicero Erdogan, quien además de todo esto continúa masacrando al pueblo
kurdo en el sudeste turco o Bakur.
Hay que frenar su política contrarrevolucionaria, convocando
al conjunto de los trabajadores y los pueblos de Turquía, Siria, Irán, Irak y
todo el mundo a manifestarse de manera solidaria con el heroico pueblo kurdo
exigiendo el retiro de las tropas, cañones y aviones turcos de la frontera con
Siria o Rojava.
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