¡El socialismo es la solución a la crisis capitalista! (por GSI de Francia, grupo simpatizante de la Lit/CI)

Crisis de "subprimes", crisis del crédito, crisis financiera, crisis económica... Iniciada en un sector bien preciso -el de los créditos a gran riesgo concebidos para estrujar a los hogares modestos en los EE.UU.- la crisis se transforma rápidamente en la del sistema capitalista en su conjunto.

Es una crisis de sobreproducción, ya que en numerosos sectores claves, como en la construcción y en el automóvil, los stocks aumentan y la producción decae desde hace meses.

Es una crisis que se extiende al conjunto del sistema capitalista, puesto que la masa gigantesca de capitales ya no encuentra más colocaciones suficientemente rentables. Es una crisis que, en verdad, comenzó mucho antes que los "subprimes".

Esta crisis comenzó en Asia del sur, en 1997, cuando los especuladores se retiraron brutalmente de ese "Eldorado" para volcarse sobre Rusia, y después, en América Latina, desestabilizando la economía de México, sangrando a la Argentina, luego lanzándose a cuerpo perdido en la "net-economía".

A cada vez, los Gobiernos a los órdenes de los capitalistas abrieron las válvulas del crédito. Se respondía así al estallido de la "burbuja Internet".

El dinero público financió entonces operaciones especulativas, logrando beneficios jugosos que venían a inflar más aún la masa de capitales...

Un mecanismo que hemos descrito en numerosas ocasiones en nuestras columnas (1).

Retirados de los bienes inmobiliarios, los capitales se fueron a la energía, a las materias primas y a los productos agrícolas, causando aumentos fenomenales y poniendo en peligro inmediato a cientos de millones de personas.

Así pues, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el organismo de la ONU para la alimentación y la agricultura (FAO), en 2007 el número de personas que sufrían del hambre progresó de 75 millones para alcanzar...

¡925 millones! Mientras que los precios de la alimentación en el mundo explotan "libremente": de 12% en 2006, de 24% en 2007 y de 50% en los siete primeros meses de 2008.

Pero, al mismo tiempo, el aumento de los precios causa el retroceso del consumo y la imposibilidad de reembolsar los créditos.

Y la producción retrocede: es la recesión cuya sola evocación, hasta hace poco, era inconcebible para nuestros comunicadores del Eliseo.

La recesión combinada a la inflación: es la peor situación que sea, para la economía real, para los trabajadores.

Desde hace ya varios meses, la enorme acumulación de capital ficticio constituido a través de los "productos derivados", esta gigantesca pirámide de papel, se esta desmoronando.

A finales de agosto de 2007, los bancos centrales habían vertido 600 mil millones de dólares en los bolsillos de los especuladores.

En marzo de 2008, eran ya 2 billones. ¿A cuánto sube la adición, hoy, cuándo se sabe que solamente el "plan Paulson", votado por el Congreso US, es de 700 mil millones? ¿Tres billones de dólares? ¿Cuatro billones?

La adopción del "plan Paulson" parece incluso haber acelerado la propagación de la crisis: intervención pública para salvar a Fortis (Benelux), casi nacionalización de Dexia (Franco-belga), compra de Fortis por Bnp-Paribas, fusión anunciada de los Bancos populares y Cajas de ahorros, mientras que el cuarto banco de Alemania está a bordo de la quiebra, etc.

En el momento en que escribimos estas líneas, el conjunto de las plazas bursátiles se hunde, entre las cuales París, con - 9,04%, la más fuerte reducción desde hace 19 años.

Pequeña precisión: en Francia, el porcentaje de penetración de los fondos de pensión y otros fondos especulativos en el "CAC 40" es de 45%, es decir el más alto en los países imperialistas.

El mensaje de los especuladores queda claro: para ellos, los trabajadores deben pagar. Es allí que está el problema: los capitalistas quieren privatizar los beneficios y socializar las pérdidas.

¿Socializar las pérdidas, Sr. Fillon, no sería eso una especie de "colectivismo"? Sin embargo, Ud. siempre nos explica, Sr. Fillon, que "como ya se sabe, el colectivismo no funciona".

Pero si ese colectivismo - el estalinismo, para llamar la cosa por su nombre - los trabajadores no lo quieren ni por nada, tampoco quieren pagar "colectivamente" los estragos de los especuladores, de los productores de cesantía y de hambre, de los gángsters capitalistas!

¿Qué va a ser de los 2,5 millones de familias expulsadas de su alojamiento en los EE.UU.? ¿No debe borrárseles su deuda y realojárseles gratuitamente?

En cuanto "a nacionalizar" los bancos, ¿No habría que hacerlo sin pagar nada a sus accionarios criminales? ¡Sí! El capital debe expropiarse, sin pago ni indemnización, bajo el control de los trabajadores. Es la única solución.

El Sr. Sarkozy y sus cómplices del "G4", reunidos en París este 4 de octubre, no se saldrán del paso modificando las normas contables "antes de finales del mes" y "supervisando las agencias de notaciones, los bancos de inversión, hedge funds" (¡Es decir, preservándolos !) ¡O "modificando las normas cautelares" y aplaudiendo... la adopción del "plan Paulson"!

El capitalismo ha demostrado mil veces su capacidad a eximirse de todo dispositivo de reglamentación y de "regulación". Regular el capitalismo y humanizarlo son utopías criminales, como también el de soñar que se va a vencer al capitalismo por medio de luchas radicales, por medio de "la democracia hasta el final" y, sobre todo, sin tener que derrocar a la clase dominante.
La única solución es el socialismo, un modo de producción basado en la propiedad colectiva de los medios de producción e intercambio, y un Estado de un nuevo tipo, al servicio de los trabajadores, basado en los consejos obreros y campesinos, a escala del mundo.

París, lunes 6 de octubre de 2008

1) el Internacionalista n°66 marzo de 2007 (el curso loco del capitalismo hacia la barbarie), n°70 de septiembre de 2007 (la burbuja inmobiliaria en los Estados unidos estalló), n°73 de enero de 2008 (un sistema parásito condenado), n°75 de abril de 2008 (de la crisis de los subprimes a la crisis del sistema capitalista), n°76 de mayo de 2008. (1968 - 2008, la actualidad de un combate).

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