miércoles, 30 de mayo de 2012

Europa gira hacia la izquierda y Grecia es su vanguardia

Los resultados electorales de Francia y Grecia expresan el giro hacia la izquierda que involucra al conjunto del movimiento de masas europeo, que empezó a romper con los viejos partidos del régimen y salió a buscar políticas y políticos contrarios a los planes de ajuste que aplican todos los gobiernos del viejo continente. 

Esto sucede a pesar de que los trabajadores y los pueblos todavía votan a organizaciones no revolucionarias -reformistas- como los socialistas franceses, el partido Syriza de Grecia, o los socialdemócratas de Alemania, que vienen de ganarle al partido de la primer ministro -Ángela Merkel- en el distrito más poblado de ese país, Renania del Norte, Westfalia. 

Estos resultados electorales no son más que las primeras estaciones del riquísimo y contradictorio camino que están recorriendo los obreros y los pueblos, que inevitablemente avanzarán hacia posiciones más radicalizadas, en tanto y en cuanto los nuevos gobiernos no puedan darle respuesta a las reivindicaciones más elementales de la mayoría. 

El momento que vive Europa demuestra el análisis de nuestra Corriente Internacional, que lo caracteriza como una "Situación Revolucionaria Inédita". ¡Una enorme oportunidad para la izquierda revolucionaria y para el trotskismo, que cuenta con el único programa capaz de resolver positivamente la crisis capitalista! 

Esta situación se expresa a través de las noticias de la TV, Internet o los diarios, cuyos titulares nos hablan del derrumbe del Euro, la posibilidad de destrucción del mercado común, los 17 gobiernos que cayeron o los estados que directamente han quebrado. Pero también de las fenomenales respuestas obreras, las huelgas, piquetes y movilizaciones que se extienden por todo Europa . 

Muchos comparan esta situación con la previa al Argentinazo que acabó con el gobierno de De la Rua. La comparación no es exagerada si tenemos en cuenta algunos datos que grafican la magnitud de la crisis: En estos últimos cuatro años Grecia perdió un 20% de su PBI, mientras que el consumo cayó un 30%, dejando al 20% de la población desocupada y a medio millón sin ningún ingreso salarial ni asistencia social.¡No es casual que en este país se multipliquen los suicidios por desesperación! 

La economía de Irlanda no da dignos de recuperación a pesar de haber recibido un salvataje de 85.000 millones de euros del FMI. Se espera que en 2012 el crecimiento apenas alcance el 0,5% del PBI. Mientras tanto su vecina, la poderosa Inglaterra, ya esta en recesión y tiene un 11% del PBI de déficit. Francia, que necesita 180.000 millones de euros para financiar su déficit, duplicó su deuda pública y tiene a más del 10% de la población desocupada. Para colmo su futuro está atado a lo que suceda con Grecia, en donde sus bancos tienen invertidos más de 60.000 millones de euros. 

El único país que pareciera contradecir la situación es Alemania, que empujada por las exportaciones volvió a crecer en el primer trimestre. Sin embargo el crecimiento previsto para 2012 es de apenas el 1% del PBI en 2012, que comparado con el 8% y 7% pronosticado para China y la India no es alentador. Pero que tiene en vilo a la UE es la situación de España y muy especialmente la de sus bancos. 

El gobierno del Partido Popular viene de poner “29.500 millones de dólares” para salvar a Bankia, el cuarto banco del país. Esta medida no asegura que no colapse todo el sistema bancario, lo que pondría en jaque a la UE y a la próspera Alemania, ya que serian necesarios más de 325.000 millones de dólares para otro salvataje. A pesar de su atraso y decadencia, la española es una economía demasiado grande para rescatar, por eso Rajoy pretende darle una nueva vuelta de tuerca al ajuste privatizando empresas, puertos, ferrocarriles, los aeropuertos más importantes y hasta la lotería. 

En ese contexto España ya tiene una desocupación del 22%, que es más del doble del promedio europeo, mientras que el nivel del desempleo juvenil alcanza el 45%. Muy cerca, en Italia -que ya está en recesión- la deuda equivale al 120% de su PBI, un porcentaje solo superado por Grecia. La debacle económica se ha transformado en una formidable crisis política. 

Este "combo", exacerbado por las luchas de los trabajadores contra los despidos, las rebajas salariales y las reformas laborales, limita la aplicación de los planes de ajuste. La ingobernabilidad y la respuesta del movimiento de masas, están creando condiciones para parir nuevos fenómenos de izquierda, producidos por las rupturas de grupos y dirigentes de las organizaciones socialdemócratas o los partidos más "duros", como el Syriza de Grecia y el Frente de Izquierda de Francia. 

Los trotskistas tendremos la posibilidad y la oportunidad de empalmar con estos sectores. Por lo tanto la obligación de jugarnos a construir, junto a estos desprendimientos progresivos, las nuevas organizaciones revolucionarias que levanten el programa Socialista Revolucionario. 

Grecia, en caída vertical 

Las elecciones del 6 de mayo dejaron a Grecia en una crisis política total. Nueva Democracia -conservadores- y PASOK -socialdemócratas- recibieron una paliza que fortaleció a sectores de la izquierda más radicalizada, principalmente a la coalición Syriza. Los trabajadores y el pueblo griego repudiaron electoralmente a los partidos que venían enfrentando en las calles desde hace más de dos años. Por eso ND y Pasok, que en elecciones anteriores llegaron al 77% de los votos, solo obtuvieron el 32%. 

Estos porcentajes les impidieron formar gobierno, ya que en ese país los diputados negocian y designan a los máximos representantes del ejecutivo. Debido a esto las autoridades tuvieron que convocar a nuevas elecciones legislativas para el 17 de junio. El adelanto de los comicios beneficia a Syriza, que aunque salió segunda se prevé que los ganará. La posibilidad de que encabece el próximo gobierno desespera a los políticos y empresarios griegos y del resto de Europa, que desataron una campaña sobre las consecuencias que tendría un triunfo de la izquierda "dura". 

Syriza es una organización limitada, ya que no impulsa la movilización revolucionaria para destruir al estado capitalista y construir el Socialismo, sino el voto para reformar las instituciones burgueses mediante un programa más izquierdista que el de los socialdemócratas. Sin embargo las masas, que vienen de protagonizar 17 huelgas generales, no apoyan a Syriza por sus límites sino en función de sus planteos más audaces, por ejemplo los siguientes: 

Syriza, que se negó a integrar un gobierno de unidad nacional con los partidos del ajuste, prometió que no aplicará las recetas de la Unión Europea que han hundido a Grecia en la miseria y la desocupación. Que suspenderá los pagos de la deuda externa, aumentará los salarios y las jubilaciones, impondrá mayores impuestos para los más ricos, nacionalizará los bancos, los ferrocarriles, los aeropuertos, el correo y el agua. Que eliminará toda participación privada en el sistema de salud y retirará las tropas griegas de Afganistán, romperá los acuerdos militares con Israel y cerrará todas las bases militares extranjeras... 

En fin un montón de promesas que los trabajadores y el pueblo querrán ver cumplidas para cuando estos gobiernen. Los revolucionarios somos concientes de que este tipo de medidas no se impondrán reformando los estados capitalistas y que solo se podrán concretar mediante un gobierno de los trabajadores y el pueblo que se asiente en los organismos de lucha de la clase obrera. Sin embargo consideramos que un triunfo de Syriza y la formación de un gobierno de izquierda constituirán un avance objetivo en el proceso de radicalización de las luchas y de la conciencia de millones en el viejo continente. 

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