(Declaración de la Corriente Revolucionaria Internacional, integrada por CS de Argentina y MR de Brasil)
En octubre habrá elecciones municipales en Brasil. El partido del gobierno -el PT- intentará consolidar su poder, con el propósito de profundizar el durísimo plan de ajuste que está aplicando, que significará el despido de millones de trabajadores, la liquidación de las conquistas y el poder adquisitivo de la mayoría de los asalariados.
Cientos de miles de trabajadores están cuestionando -en los
hechos- las políticas de Dilma, parando a lo largo y a lo ancho del país. Por
ejemplo, la mayoría de los empleados estatales, que ya están en huelga. Este
proceso tiende a unificarse con los reclamos de otros gremios que iniciarán sus
negociaciones salariales en las próximas semanas, como los bancarios, los
metalúrgicos y los trabajadores del correo.
El Partido Socialista de los Trabajadores (Unificado), el
más grande de la Liga Internacional de los Trabajadores -una organización que
se reclama trotskista- intervendrá en estas elecciones levantando una política sumamente
electoralista. El PSTu no aprovechará las elecciones para agitar el apoyo a los
conflictos y la necesidad de su unificación mediante la Huelga General para
Derrotar el Plan de Ajuste y Saqueo de Dilma y los Monopolios, dos tareas que empezar
a colocarse en el centro de las necesidades de la clase obrera y el pueblo brasilero.
Las consignas que se plantean forman parte de un programa de
tibias reformas dentro del capitalismo, sin avanzar con propuestas que enfrenten
consecuentemente al gobierno de Dilma, cuestionando el sistema y la explotación
que este defiende. La sección de la LIT se presenta planteando slogans que
siquiera tienen contenido de clase, como “Una ciudad para los trabajadores” o
“Cambiar el mundo y ser feliz”. No apuntan hacia las luchas, como tampoco en
contra del gobierno, sino hacia el conjunto de la ciudadanía con el objetivo de
ganar votos y conquistar algunas bancas, en este caso en los parlamentos
municipales.
La campaña del PSTu, como la de cualquier partido que se
reivindique trotskista, tendría que servir para potenciar la denuncia contra el
máximo responsable de las penurias que sufren las masas del Brasil, levantando
la necesidad de imponer un Plan Obrero Alternativo y el gobierno de los únicos
interesados en aplicarlo, el de los Trabajadores y el Pueblo. No lo hacen, en
incluso aplican políticas peores, no cuestionando el electoralismo oportunista
y pro capitalista –explícito- del PSOL, además de bajar el tono cada vez que critican
a los partidos burgueses “de izquierda”, que pelean contra los burgueses “de
derecha”.
Coherentemente con su estrategia electoralista, el PSTu busca
ganar votos sin importarle la manera de obtenerlos. Tanto que en Belem -la
capital de Pará- el PSTu forma parte de un frente electoral con el PCdoB
-Partido Comunista de Brasil- uno de las principales organizaciones que
sostiene al gobierno de Dilma.
El candidato a prefeito -intendente- de Belem es Edmilson
Rodrigues del PSOL (Partido por el Socialismo y la Libertad), quien ya gobernó
la ciudad cuando pertenecía al partido del gobierno, el PT. El vice será Jorge
Panzera del PCdoB, mientras que las candidaturas más importantes para
vereadores -legisladores- estarán en manos del PSTU y del PSOL. Este es,
conceptualmente, un gobierno de características frente populistas cuyo programa
es burgués, en los marcos del gobierno burgués y proimperialista de Dilma, en
el cual el PCdoB tiene ministros y dirigentes ubicados en posiciones estatales claves
y órganos de dirección de áreas importantes, como el petróleo, la industria
naval, etc.
Según dicen los dirigentes del PSTu, la candidatura de Edmilson Rodrigues canalizará buena parte de la bronca existente entre los trabajadores y el pueblo de Belem contra la actual prefectura, conducida por el PTB (otro partido burgués). Por lo tanto es muy probable que triunfe, lo que ubicaría al PSTu dentro del nuevo gobierno municipal.
Esta alianza originó muchas críticas, por fuera y por dentro
del partido. Por esa razón, desde la dirección del PSTu han salido a polemizar -declaración
del 2 de julio- utilizando argumentos de todo tipo para justificar semejante
capitulación.
Por ejemplo, salieron a decir que el frente es una simple
“unidad de acción” con un partido que “no es burgués”. Los “trotskistas” del
PSTu han llegado al extremo de comparar este acuerdo con la táctica que tuvo
Lenin, cuando aprovechó la guerra del imperio alemán con Rusia, para acordar
con el Kaiser su ingreso a Rusia en 1917, a través de un tren blindado.
Pero los frentes electorales son mucho más que un simple acuerdo
como este, ya que levanta un programa de gobierno. Por eso, los trotskistas siempre
nos negamos a integrar gobiernos -o fórmulas electorales- con partidos de la
burguesía. ¡Siempre las denunciamos, aún en los casos en que –tácticamente-
hemos llamado a votarlos!
En este caso, existe un programa y un organismo común, de
Frente Único, policlasista, entre organizaciones obreras y burguesas. Como nos
dijo Trótsky, no hay superestructuras -Estados, gobiernos o partidos- que no pertenezcan
a ninguna clase. En ese sentido el contenido de clase de los Frentes Populares
-y del proyecto frente populista en Belem- es y siempre será burgués, por lo
tanto contrarrevolucionario.
El argumento de que el PCdoB no es un partido “burgués” es
más que retorcido, porque hace referencia a sus planteamientos escrito y no a
su verdadero programa, que es el que aplica desde hace mucho tiempo, formando parte
de los gobiernos capitalistas de Lula, y Dilma. Quien sostiene al PCdoB es la
burguesía, que les paga sus campañas electorales y el funcionamiento partidario.
El PCdoB es vocero de los terratenientes en el Congreso, razón por la cual votó
todos los proyectos de la burguesía y de Lula y Dilma contra los trabajadores.
Según lo explican estos mismos dirigentes del PSTU, el PCdoB
“Administra ciudades, incluso capitales como Aracaju, y ayudó a aprobar el
reaccionario Código Forestal. También es el partido que controla con puño de
hierro a la UNE, la entidad estudiantil oficialista, que nada hizo para apoyar
la enorme huelga de los profesores y estudiantes de las universidades federales
que está sucediendo en el país…” ¡El PCdoB es, además, un partido de carneros que
se juegan a liquidar los conflictos obreros, utilizando, incluso, los peores
métodos stalinistas, de agresiones, calumnias y fraudes!
Citando a Trotsky y a Lenin, insisten en que lo importante es
lograr que el partido “mantenga su libertad de acción, su propio programa, sus
propias consignas, sus propios materiales…”
¿Qué libertad de acción puede tener un partido que se ata al
carro de un frente electoral con quienes están aplicando el plan económico y
social que aplastó el nivel adquisitivo y las conquistas de la mayoría de los
trabajadores y está destruyendo los recursos naturales para dárselos a los
monopolios…?
¡La única libertad posible, en este caso, pasa por denunciar
a estos canallas desde afuera, con candidaturas propias, obreras y socialistas!
Llamamos a los compañeros del PSTu y de la Lit/CI a reflexionar y a romper con
este frente de colaboración con la burguesía.
Al no cumplir la obligación clasista de presentarse como una
alternativa de lucha, obrera y antigubernamental, el PSTu ha dejado en Belem a
la clase trabajadora abandonada y sin opción para estas elecciones, donde todas
las candidaturas serán defensoras de las cosas como están, manteniendo la
explotación, la miseria, el desempleo, el prejuicio y la opresión. El PSTu, al
seguir en este Frente Popular, se aleja de los trabajadores y se pone a
servicio de los intereses burgueses en las elecciones.
De esa manera,
lamentablemente, en Belem, no habrá candidaturas ni representantes de los
trabajadores. Nadie merece el voto de los explotados, pues todos defienden los
explotadores en esa ciudad.
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