Con Chávez ganaron las multinacionales
La crisis del
sistema capitalista continúa haciendo estragos en todas las economías -incluso
las imperialistas- golpeando más duro a los menos pudientes. Por esto, los
economistas burgueses más optimistas y el propio FMI admitieron que el
retroceso no se detendrá, por lo menos hasta 2015.
La recesión
hace estragos en Europa y no se advierten signos de reactivación en EE.UU., combinándose
con la caída de la demanda mundial y el desaceleramiento de la economía de China,
uno de los países que venía jugando el papel de “locomotora” del sistema.
Los
jerarcas capitalistas decidieron intensificar sus políticas de ajuste, para que
los platos rotos, como siempre, los paguen los explotados. Con el
imperialismo estadounidense a la cabeza, todos los gobiernos, más allá de sus
contradicciones, se alinearon en esta cruzada antiobrera y antipopular.
Para eso,
los yankys no solo cuentan con el apoyo de los personajes más reaccionarios;
tienen también a otros, que diciéndose de izquierda o “nacionalistas”, -como
los Castro en Cuba o Chávez en Venezuela- ayudan a desmovilizar a las masas,
engañándolas con discursos populistas y mentiras.
Por eso, desde la Corriente Revolucionaria Internacional,
denunciamos que Chávez no ganó para profundizar el camino hacia el
“Socialismo”, ni para ponerle palos en la rueda a los planes de Ajuste y Saqueo
del imperialismo. Continuará actuando dentro del frente contrarrevolucionario mundial,
cubriendo “por izquierda” las políticas de derecha que él mismo aplica.
El
comandante bolivariano aplica un plan que bien podría adoptar su contrincante
de derecha, Capriles, defendiendo los intereses de las grandes petroleras
yankys, como Chevrón, dueñas de los pozos más rentables, como los de la Cuenca
del Orinoco.
En Venezuela
no se avanza hacia el Socialismo ni se aplica una política antiimperialista, como el propio Chávez
admitió apenas terminaron los comicios, diciendo que “no pretendía tocar la
propiedad privada”.
Con el
barril de petróleo a $106 dólares, mantiene una política de subsidios para
controlar a los sectores populares, dándoles algunos beneficios, pero sin
cambiar la situación general de miseria y explotación.
Su triunfo no cambia el hecho de que los trabajadores del
Estado (empleados públicos, salud, industrias básicas) tienen sus contratos
colectivos vencidos entre cuatro y cinco años. Que los obreros de la acería estatal Sidor o
del cemento aún no firmaron su contrato.
Los obreros petroleros tienen un salario promedio de 300
dólares, mientras que PDVSA sigue
expuesta a nuevas tragedias como
la explosión de Amuay por falta de mantenimiento. Venezuela se cae a pedazos, en
medio de una enorme desigualdad social.
Pero el
papel de Chávez dentro del frente contrarrevolucionario mundial es aún más
siniestro, ya que utiliza su prestigio para frenar o traicionar luchas y
revoluciones, como en Libia, apoyando al dictador Gadafi o en Siria, sosteniendo
al genocida Al Assad.
Por eso no
es casual que apenas triunfó llamó a apoyar a Cristina Kirchner, que en
Argentina está enfrentando un proceso de luchas obreras y populares que
cuestionan su liderazgo.
Tan reaccionaria es su política internacional, que está
tejiendo un acuerdo estratégico con el presidente de Colombia , encarando juntos una
negociación para desarmar a las FARC, a cambio de nada que favorezca al pueblo
de ese país o a las propias FARC.
Previo a
las negociaciones, junto a los presidentes de Ecuador y Brasil, les cerraron
las fronteras a los combatientes, aislándolos política y militarmente.
Desde la Corriente Revolucionaria Internacional, integrada
por CS de Argentina
y el Movimiento Revolucionario de Brasil, llamamos a romper con la política de
Chávez y sus seguidores y a construir una política revolucionaria.
Nos
mantendremos en el campo de la oposición de izquierda, sin ningún apoyo
político a este gobierno, amigo de los trabajadores en las palabras pero
enemigo en las acciones y prácticas. Igualmente, seremos opositores de
la vieja derecha, liderada por Capriles, que representa lo mismo de Chávez,
contra los trabajadores.
Impulsamos la acción directa y un programa obrero, campesino
y popular, que implica la expropiación sin pago de las empresas en Venezuela y
el control efectivo del poder por parte de los trabajadores, a través de sus
organismos sindicales, barriales y de lucha.
¡Sólo habrá
Socialismo cuando se expropie a los capitalistas mediante un gobierno de los
únicos interesados en hacerlo: los trabajadores y los pueblos de Venezuela y de
todo el continente!
Corriente Revolucionaria Internacional
Corriente Revolucionaria Internacional
(CS de Argentina y MR de Brasil)
(CS de Argentina y MR de Brasil)
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