"Francisco, ¿no ves que mi casa se está
derrumbando? Ve, entonces y restáurala” (palabras
de Cristo)
Recientemente, el escritor Marcos Aguinis dijo
a propósito del nombramiento del nuevo papa que “El mundo, América Latina y la Iglesia caminan por un
corredor lleno de peligros . (La Nación)
A la luz de su alegría por el nombramiento de
Bergoglio y los últimos ascensos revolucionarios que han conmovido a un mundo
sumido en una de sus peores crisis, podemos inferir de qué tipo de peligros se
trata.
Ya no, de un fantasma que recorre Europa sino
todo el planeta. Una situación revolucionaria inédita que desvela a
capitalistas y aliados aunque estos vistan sotana, quipá o turbante.
¡Son los focos revolucionarios que estallan
por doquier los que quitan el sueño!…tal como si un fantasma golpease a nuestra
ventana cuando acaba de apagarse la luz y el viento azota los vidrios.
Se trata, “de amar y servir” dirían los
jesuitas. De amar y servir al capitalismo, agregamos nosotros/as. El mundo
capitalista necesita frenar el enorme ascenso obrero y popular y para ello se
prepara con infinidad de discursos engañosos (justamente no hablamos de
discurso único).
Mientras tanto, “la santa y prostituta” Madre
Iglesia, intenta dar una ayudita en el mismo momento que, cruzada por
escándalos de pedofilia, corrupción o lavado de dinero, mil manos no
alcanzarían para ocultar lo que genera tan feo olor.
Para eso, es crucial que se lave la cara. Al
decir de Pablo VI, “el espejo se ensucia y hay que limpiarlo”. Se trata de
mucha podredumbre junta, por eso se necesita una operación de ingeniería
político-eclesiástica fenomenal.
Se nombra a un moderado Bergoglio, valorado
por su humilde vida ascética, por su trabajo en las villas, sus viajecitos en
subte, sus visitas a los enfermos, y al
mismo tiempo se intenta olvidar su pasado cómplice de la genocida dictadura que
algo de garantía da para saber por el corredor que transita.
Mientras tanto, aprovechando su perfil más
fotogénico, se instala la idea absurda de que es un cura tercermundista, cuando
realmente los combatió y entregó. Al obispo francés Povdin le debería dar
vergüenza decir que “…por primera vez, la Iglesia de los pobres tiene un Papa” ya que por
la positiva, constituye una confesión
vergonzante.
En ese perfil, cabe su faceta de contribuyente
al diálogo interreligioso. No por casualidad, el rabino machista Sergio Berman
afirmó “…encontrará en el nuevo papa la continuidad de propiciar dentro y fuera
de la Iglesia
los cambios que nos hagan migrar de revoluciones a evoluciones…
Es que la jerarquía de las principales
religiones, también ve “el corredor lleno de peligros”. Hasta Cristina se apuró
a saludar a su supuesto adversario y ya está preparando el vestidito negro de
percal (sombrero y velo incluido) para presenciar la asunción del primer Papa
argentino, jesuita e hincha de San Lorenzo.
El proletariado ha recuperado su rol
protagónico y esto asusta a los poderosos. Saben que la crisis mundial plantea
cada día con mayor fuerza la famosa disyuntiva”Socialismo o barbarie”.
Bergoglio, el dialoguista, ha sido llamado para
apaciguar los espíritus y arbitrar a favor de los poderosos, diciendo que el
reino de los cielos será de los pobres. Sin embargo la barbarie avanzará si las
masas mundiales no podemos darnos una dirección revolucionaria.
No por casualidad eligió el nombre de
Francisco, en homenaje al “pobrecito de Asís”, quien en otros tiempos y
espacios, también fue llamado a reconstruir la Iglesia , tal como lo pintó
el Giotto, teniendo en sus espaldas a tamaña señora.
Las revolucionarias y revolucionarios del
mundo tenemos el imperativo de reconstruir una dirección que revolucione el
mundo. Para avanzar en ese sentido, el primer paso es sacarle la careta a los
impostores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario