martes, 17 de septiembre de 2013

Declaración del CCUR: No a la intervención imperialista... que las masas acaben con Bashar Al Assad

Fuera imperialistas de Siria…
Que los trabajadores y el pueblo acaben con Al Assad

Estados Unidos y Rusia -con el aval de Bashar Al Assad, todos los líderes europeos y árabes y del propio Vaticano- llegaron a un acuerdo, mediante el cual el régimen genocida sirio entregará sus armas químicas y firmará un protocolo internacional en contra de su utilización.

Esto, que cierra la posibilidad de intervención militar inmediata de los yankys -a tal punto que coincidieron en continuar discutiendo el acuerdo en la asamblea de la ONU del 28 de setiembre- puso en evidencia dos cuestiones.

La primera, que ninguno de los aliados de Al Assad -Rusia, China e Irán- pretende desafiar militarmente, al poderío bélico de la principal potencia mundial. Y la segunda, que Estados Unidos no está en la misma situación que cuando invadió Irak o Afganistán.

Las derrotas militares en esos países, la tremenda crisis capitalista que golpea al imperialismo de manera directa y el ascenso de las luchas obreras y populares son factores que hacen, que la amenaza de grandes movilizaciones contra la escalada militar termine por aterrorizar a todos los líderes imperialistas, obligándolos a buscar una solución “elegante”.

Como están las cosas, Estados Unidos, Europa, Rusia, China e Irán seguirán trabajando unificadamente, porque más allá de sus contradicciones mantienen un objetivo en común… salvar al régimen de Bashar Al Assad. Quien ahora, sin armas químicas, pero manteniendo todas las que tenía, continuará masacrando a las masas sirias, que se han insurreccionado contra sus planes de ajuste y explotación.

Por eso no es casualidad que los imperialistas -al mismo tiempo que firmaban el acuerdo- hayan salido a denunciar a través de las Naciones Unidas, los “crímenes de guerra” que se están cometiendo en Siria… ¡No solo los del gobierno, sino también los de las milicias opositoras! Una especie de teoría de los “dos demonios” aplicada al Medio Oriente.

Es que como bien lo explicitó el presidente ruso Vladimir Putin -en un mensaje dirigido al pueblo norteamericano- “la intervención militar podría dar lugar a un aumento de la violencia y a una nueva ola de terrorismo" ya que hay luchando en Siria "mercenarios de países árabes, occidentales e incluso de Rusia…”

En ese mismo discurso Putin se preguntó si “¿Acaso no volverán a nuestros países con toda la experiencia adquirida allí?” afirmando que semejante posibilidad constituiría “una amenaza para todos…"

Putin, Obama y demás agentes del capitalismo mundial no están preocupados por los milicianos pro imperialistas que funcionan en el Ejército Libre Sirio, constituido por decenas de ex jerarcas del régimen de Assad, sino por el pueblo sirio movilizado, que con sus armas en la mano está peleando contra el ejército capitalista de Bashar Al Assad, liberando zonas y construyendo organismos mediante los cuales ejerce su propio poder.

Ellos saben que, más allá de que todavía no exista ninguna alternativa política revolucionaria de peso dentro de ese país, la dinámica de los acontecimientos les está resultando incontrolable. ¡El pueblo armado es siempre un problema para los capitalistas, que para mantener su dominio de clase deben -a través de su estado- mantener el monopolio de las armas y de la represión!

Por eso, todos siguen apostando a evitar la caída violenta de Al Assad y a “presionarlo” para impulsar una salida concertada con los sectores patronales de la oposición. Esa es la razón por la cual los yankys y sus aliados árabes se niegan a entregarle armas pesadas al Ejército Sirio Libre. Como dijo uno de los voceros del Pentágono.

Desde el CCUR insistimos en que hay que movilizarse para evitar cualquier posibilidad de intervención militar imperialista. Y que los revolucionarios debemos ubicarnos en el terreno militar del pueblo sirio que lucha contra la dictadura, peleando -desde esa ubicación- contra todas las variantes burguesas e islamitas y a favor de una salida obrera y socialista.

En ese sentido nos parecen muy equivocadas las posiciones de la mayoría de la izquierda argentina -particularmente de los partidos más importantes del FIT: el PTS y el PO- que no han impulsado una sola acción a favor de los trabajadores y el pueblo insurrecto de Siria.

Los revolucionarios -trazando una raya que nos diferencie de las milicias financiadas por el imperialismo y las burguesías árabes- debemos rodear de solidaridad a la heroica resistencia siria, promoviendo la única salida capaz de resolver las demandas insatisfechas de las masas de ese país y del Medio Oriente: un gobierno obrero y popular, en el marco de una Federación de Países Socialistas del Medio Oriente y el Norte del África.


No hay comentarios: