Compañeras y compañeros, les envió mis saludos en momentos
en que están realizando nuevas actividades de apoyo al pueblo del Kurdistán.
Hace dos días tuve la oportunidad de estar en uno de los
actos y festejos por el aniversario de la fundación del PKK -Partido de los
Trabajadores Kurdos- en la ciudad de Cinar, muy cerca de Rojava, desde donde
puedo ver sus colinas y montañas.
Los festejos populares fueron una demostración de la enorme
inserción que tiene esta organización que cumplió 36 años y a quien el gobierno
turco y el de los Estados Unidos, señalan como terrorista.
Con más de 50 mil combatientes destinados al área de los
cantones en defensa de la revolución, la tradición de 5000 años de lucha del
pueblo kurdo ha sido recogida como legado histórico por esta militancia, en su
mayoría mujeres.
Desde que se fundó este partido, 40 mil kurdas y kurdos han
muerto en manos de la represión del Estado turco, decenas de miles pasaron por
sus cárceles y en la actualidad permanecen detenidos/as más de 10 mil, la
mayoría cumpliendo largas condenas por terrorismo.
Otros millones se han visto obligados al exilio… Sin embargo
su lucha permanece inquebrantable. Las últimas noticias de Kobani indican que las Unidades de Autodefensa
populares y de mujeres, están consolidando las posiciones recuperadas ante el
retroceso de las bandas del ISIS.
Ya se habla de la necesidad de iniciar una ofensiva para
expulsar a estos mercenarios fascistas de los territorios de Shengal, donde
realizaron una masacre de miles, secuestraron a más de 2000 mujeres y
niñas como esclavas sexuales y provocaron el éxodo de la mayoría de sus 300 mil
habitantes de la etnia Jazidies.
Mi labor ha sido, por ahora, colaborar en algunos de los
campos de refugiados donde viven estas personas. Quiero comentarles, además, que me ha causado una gran
impresión la convocatoria por el 25 de noviembre, realizada por el día de lucha
contra la violencia a las mujeres.
Las crónicas informan que millones de mujeres marcharon este
día, todas bajo los estandartes con las caras de las hermanas Mirabal y las
mártires del PKK. En la zona donde estoy las mujeres se movilizaron hacia la
frontera con Siria para apoyar a sus hermanas de Rojava, a las Kobani.
Camaradas: ¡Nada más urgente, justo y necesario que apoyar
esta revolución! La relación de fuerzas está de nuestro lado, mientras los
intentos de contrarrevolución, chocan con la resistencia de las masas, nuevos
contingentes irrumpen en el ascenso de las luchas obreras y populares.
En las entrañas del imperialismo las protestas contra la impunidad
de sus crímenes racistas, desafían al gendarme del mundo, a sus principales
instituciones y al presidente Obama.
México es un polvorín y en todos y cada unos de los focos de
la revolución existen las condiciones para superar la crisis de dirección
revolucionaria. Tengamos confianza en el porvenir, ya que más temprano que
tarde la unidad de los y las revolucionarias/os hará realidad el programa de la
IV Internacional. ¡Es la hora de la revolución, es la hora del Trotskismo!
Con saludos revolucionarios, Claudia García, 28 de noviembre
2014, desde el norte de Kurdistán
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